martes, 9 de junio de 2015

54,526 kilómetros: Wiggins ya tiene su hora


Lucien Petit Breton, Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Eddy Merckx y Miguel Indurain ya tienen un socio nuevo en el club de los pocos ciclistas que han mostrado su nivel único consiguiendo superar dos de las pruebas más difíciles que se pueden afrontar sobre una bicicleta: ganar el Tour y batir el récord de la hora. El recién llegado es un inglés de 1,90 metros y caballero del imperio británico por designación real llamado Bradley Wiggins, ganador del Tour de 2012, quien ayer fue capaz en 60 minutos de dar 218 vueltas y un poquito a la pista de 250 metros del velódromo olímpico de Londres para llegar a 54,526 kilómetros, 1.589 metros más que el anterior récord, logrado por su compatriota Alex Dowsett hace un mes en Manchester.
Lo hizo Wiggins, de 35 años, casco dorado, botas doradas, tubulares dorados, dando 6.353 pedaladas (poco más de 105 por minuto) con una bicicleta estudiadísima, un desarrollo de 8,74 metros por pedalada y un ritmo metronómico de 16,5-16,6 segundos por vuelta que solo decayó en los últimos minutos. El uso de un plato de 58 dientes, más grande de lo habitual en carretera, y un piñón de 14 favoreció la armonía de su pedalada, su magnífico tobillo de pistard. Terminó de pedalear, sin aparente cansancio extremo, y sonó para celebrarlo el That's entertainment
de los Jam, su grupo favorito y modelo estético.
Pese a su logro, Wiggins, quien a última hora se afeitó su hípster barba por orden de su equipo de aerodinámica, no era un hombre feliz del todo después de su hora. “He sufrido. Esto debe de ser lo más parecido a un parto. No paraba de mirar el cronómetro del velódromo. Estoy satisfecho, pero desilusionado”, dijo el inglés, cuyo plan de marcha previsto (superar 55 kilómetros, una marca casi imbatible) debió ser revisto a la baja por la elevada presión atmosférica en Londres, 1.036 mb, pues a menor presión, menor densidad del aire y menor resistencia al avance. “Con 980 mb me habría acercado a los 56 kilómetros. El aumento de presión se traducía en 40 vatios más para la misma velocidad. pero estoy feliz de poder sentarme en compañía de los corredores tan grandes que ganaron el Tour y batieron la hora. Algunos de ellos, como Indurain, fueron mis ídolos. Pero seguro que mi récord no dura mucho. Me gustaría que lo intentaran Tony Martin y Fabian Cancellara. Y  Dowsett es capaz de batirlo y tiene al menos ocho años de carrera por delante para lograrlo”.

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