Ucrania parecía acercarse anoche a un precario alto el fuego entre rebeldes y fuerzas gubernamentales. Lo informaba anoche la agencia Tass, que señalaba que las partes han acordado también un mecanismo para su supervisión en las negociaciones celebradas en Minsk con mediación de la OSCE y Rusia. El representante rebelde de Donetsk en el Grupo de Contacto, Denis Pushilin, advirtió sin embargo de que era demasiado pronto para hablar de alto el fuego.
Sobre todo después de la advertencia que los separatistas prorrusos -que no estarán presentes en la decisiva conferencia de paz de hoy de los líderes de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania- lanzaron ayer a Kiev penetrando hasta Kramatorsk, bastión ucraniano, y matando a 15 personas con una lluvia de cohetes de procedencia rusa.
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés François Hollande; el presidente de Rusia, Vladimir Putin; y el líder de Ucrania, Petro Poroshenko se reúnen en Minsk, la capital de Bielorrusia, para volver a intentar hilvanar un plan de resolución del conflicto con los separatistas prorrusos de las regiones de Donetsk y Lugansk.
"Durante el bombardeo a Kramatorsk desde Górlovka [una localidad en manos rebeldes situada a 40 kilómetros] con proyectiles murieron 15 civiles y más de 60 personas resultaron heridas, entre ellas unos cinco niños y 32 soldados", informó un comunicado de las autoridades ucranianas en la zona. Los misiles Smerch golpearon elcuartel general del ejército ucraniano. Se vio afectado el entorno del aeropuerto pero también un barrio de las afueras. Los cadáveres quedaron esparcidos por el suelo y varios cohetes Smerch clavados en el suelo a modo de advertencia en una ciudad que ha sido marcada como una de las prioridades de los separatistas, que aseguraban ayer no tener nada que ver con ese ataque.
La cumbre de hoy es la cita más importante de la 'ofensiva' diplomática que anunciaron Hollande y Merkel hace una semana. Apenas se conocen detalles, pero el plan se basa en buena medida en los acuerdos que fueron firmados en Minsk en septiembre. Pero hay nuevos elementos aportados por los cuatro países envueltos en este maratón diplomático.
Las conversaciones, por ejemplo, no podrán esquivar la modificación de la línea del frente dibujada en el acuerdo de Minsk de septiembre, pues desde esa fecha se calcula que los separatistas han 'robado' unos 500 kilómetros cuadrados de territorio a Kiev, aunque de momento no han conseguido recuperar urbes importantes.
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